Deporte y formación de ciudadanía en la población de Canoabo

Fundación Tierra Viva | Subiendo la arena a la caja de San José

El deporte es una actividad que propicia la disciplina, el compañerismo, la solidaridad, el trabajo en equipo, además de los beneficios que a nivel de la salud genera en las personas que lo practican. En jóvenes y niños el aporte de estos beneficios y valores son muy importantes, sobre todo si van acompañadas de actividades complementarias que fomenten el sentido de pertenencia o arraigo hacia el lugar de procedencia, el respeto hacia los demás y en general valores que orienten a mejorar la integración social bajo condiciones de equidad en relación con los servicios públicos y medios de vida. Bajo esta perspectiva la actividad deportiva se constituye en una herramienta muy útil para la formación de ciudadanía en nuestra población infantil y juvenil. 

En Canoabo la práctica deportiva es junto con la actividad cultural, un área muy activa durante todo el año, de allí que es común el desarrollo periódico de torneos deportivos, los cuales son muy seguidos por el resto de la población que hace presencia masiva en estos eventos.

En este ambiente deportivo se encuentra la escuela de baloncesto del profesor Oscar Martínez, la cual cuenta en la actualidad con una matrícula aproximada de setenta participantes entre jóvenes y niños. Es una escuela que tiene el privilegio de contar con un entrenador de un perfil muy alto como es el del profesor “Mundo” como popularmente se le conoce a Martínez, exjugador de la liga especial profesional de Venezuela, profesor de deportes egresado del Pedagógico de Maracay y entrenador con una muy amplia experiencia en este deporte; además, es notoria la jocosidad y confianza con que Martínez trata a los muchachos que fuera de la cancha se confunde como uno más de ellos. La escuela además de formar a los jóvenes en las técnicas propias del baloncesto, también se preocupa por la formación integral de los participantes. 

Es común ver a los muchachos haciendo senderismos, con lo cual se les brinda la oportunidad de observar las bellezas naturales que rodea la población donde viven y guiar el comportamiento que deben tener en estos espacios para preservar la biodiversidad de esos lugares. Por otra parte, son frecuentes voluntarios en las actividades de reforestación que se llevan a cabo para restaurar los daños ocasionados a los ecosistemas de la zona por los incendios forestales y demás intervenciones humanas. Como parte de inculcar en ellos las acciones que la comunidad debe tener hacia el manejo de los servicios, también pueden colaborar en jornadas de mantenimiento, si el caso lo amerita. Hace poco, por ejemplo, colaboraron con el acarreo de arena para la reparación interna de la caja de agua del pueblo de Canoabo, actividades que se realizaron durante varias jornadas y donde se logró involucrar a buena parte de los miembros de la escuela. Otra actividad importante donde participarán es el cuidado y mantenimiento del bosque escolar y su intervención en las próximas jornadas de reforestación que se realizarán en distintas zonas de la cuenca. Finalmente, solo podemos decir que con experiencias de este tipo Canoabo tiene futuro..., ¡adelante muchachos!